En realidad no es un secreto que la estación que más detesto es el verano, pero cuando viajo
a algún lugar junto a mi familia, me cuesta cada vez más despedirme de ellos, y volver a
Santiago, porque eso significa estar sola, si, a veces me siento sola, y es en esos momentos
pienso en todos los paisajes que veo cuando viajo de un lugar a otro, a veces suelo llorar
recordando todo lo que he vivido y en lo que he desaprovechado.