Mirando por la ventana recordaba
Cuando aun tenía sentimientos,
Recordando aquel sillón en la puerta
En la cual nos sentábamos durante las tardes
Después del colegio, a regalonear,
O tomarnos un café con dos de azúcar.
Pasaba la tarde acariciando su canosa barba,
Él acariciaba mi cabello, mirábamos la gente pasar,
Mientras el tibio sol de la tarde se escapaba entre las
Ranuras de la ultrajada puerta
El café más dulce de mi vida lo tomé junto a él,
Lo extraño, lo amo,
Anhelo ver otra vez las uñas de dragón colgadas en su cuello
Cuando se jactaba de ganar batallas, rescatando princesas,
Tal cual príncipe azul tratando de rescatar
Las cosas buenas de la gente.
Mientras el viento susurraba en mis oídos
Profesando que sería para siempre.
Hoy las tardes son frías,
Con eso se fue el café más dulce,
Las caricias en el cabello, las tardes en el sillón.
La gente que pasa ya no importa, y ya tampoco esta
El príncipe azul que me trataba de rescatar
Lo amo, lo extraño, anhelo el día en que lo vuelva a ver
Pero por sobre todo lo odio,
Lo odio porque se llevo lo mejor de mí,
Se llevo mi ilusión de ser algún día su princesa,
Se llevo mi alma.